- San Dunstan, herrero de oficio, encontró el Demonio a su puerta. El Diablo pretendía que lo herrase. Dunstan, reconociendo al «malvado», lo amarró y puso manos a la obra causando grandes dolores a su cliente. El Diablo se puso a gritar pidiendo misericordia y Dunstan lo soltó, aunque sólo cuando el Diablo le prometió no volver a entrar nunca en una casa protegida por una herradura.
- Las brujas cabalgaban en escobas porque tenían un miedo mortal a los caballos. De ahí que la herradura de caballo sea un buen hechizo protector contra las brujas.
- Las herraduras son de hierro, metal de la buena suerte y tienen forma de cuarto lunar, que también es signo de prosperidad.
El origen de la pata de conejo como amuleto de buena suerte.
El hombre admiraba antiguamente al conejo: su astucia en la caza, su habilidad para ocultarse bajo tierra, sus encuentros con otros conejos en las noches de luna. El hombre se sentía particularmente admirado ante su velocidad, consecuencia de sus poderosas patas traseras. El conejo pasó a convertirse en signo de buena suerte y su pata trasera en codiciado amuleto.