Es bastante sorprendente que después de ionizarse la mayoría de los átomos tienen el mismo número de electrones que los gases inertes (los que no se combinan fácilmente con los demás). La resistencia al cambio (estabilidad) de estos iones y la inactividad química de los gases inertes, se atribuye a una conbinación electrónica especial. Estos átomos, a excepción del helio, tienen ocho electrones en el nivel de energía más externo. Los metales, como el sodio, pierden electrones fácilmente al ionizarse, ya que tienen uno o dos electrones más que los gases inertes.
Los no metales como el cloro, ganan electrones con facilidad en la ionización, ya que tienen uno o dos electrones menos que el gas inerte correspondiente.