La primera persona de origen latino que ganó un Óscar de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood fue el actor puertorriqueño José Ferrer, que lo obtuvo en 1950 por su participación en Cyrano de Bergerac.
En 1954, la mexicana Katy Jurado fue nominada por su espléndida interpretación de Lanza rota, aunque ya dos años antes se había comentado su absoluta nominación por A la hora señalada. Aunque todos estaban seguros de que iba a ganar el Óscar por la interpretación secundaria en Lanza rota, se lo dieron ese año a Eva-Marie Saint por Nido de ratas, filme que protagonizó con Marlon Brando. La segunda actriz de México en ser nominada al Óscar fue Salma Hayek en 2002, mientras que Adriana Barraza lo fue en 2006.
En 1961, después de años de estar interpretando papeles menores en el cine, le llegó su gran oportunidad a Rita Moreno. La puertorriqueña se llevó el Óscar de actuación secundaria por West Side Story, un papel en el que todavía se la recuerda por su interpretación del número musical I Want to Live in America.
En 1987, la argentina Norma Aleandro —que poco antes había sido admirada en todo el mundo por La historia oficial, fue nominada en actuación de reparto por la cinta de Luis Mandoki Gaby, pero perdió frente a Olympia Dukakis.
El cubano Andy García recibió una nominación como actor secundario por su participación en El Padrino III, pero en su lugar fue premiado Joe Pesci.