Cada sustancia química que forma parte de la corteza terrestre es un mineral. La sal de mesa, que puede ser extraída o purificada a partir de agua salada, es un mineral. Incluso el petróleo, que proviene de las profundidades de la Tierra es clasificado como un mineral, igual el azufre, material suave y de color amarillo que se extrae en Louisiana y Texas. Como se puede apreciar en estos ejemplos, los minerales pueden ser sustancias simples o complejas. Si un mineral tiene un sólo un tipo de átomo (como el diamante), es un elemento mineral simple. Pero si un mineral se compone de dos o más elementos químicos unidos formando una nueva sustancia, es un compuesto mineral. Para ir un paso más allá, las rocas, para el geólogo, son muestras naturales de uno o más minerales, formados en la tierra de una manera particular. Por ejemplo, la calcita es carbonato de calcio cristalino. Sin embargo, cuando el carbonato de calcio se deposita en los océanos como un sedimento gris forma lo que conocemos como piedra caliza.
Los minerales a menudo se forman en la tierra como formas regulares o cristales. Ejemplos comunes de minerales cristalinos son la fluorita, galena, pirita, calcita y cuarzo. Muchos de estos minerales cristalinos se usan en joyería, ya sea por su brillo notable; por su claridad y transparencia; por la belleza de su color; por ser piedras durables; por su dureza; o simplemente, porque su escasez los hace valiosos.
El diamante es un ejemplo de un mineral valioso y hermoso. Es el mineral más duro conocido. Por lo tanto, sólo se puede cortar con otros diamantes. Los canteros antiguos descubrieron que cortando y puliendo un diamante de cierta manera podía hacer que la luz rebotara dentro de la varias caras del diamante antes de que se reflejase en los ojos, creando el brillo famoso de esta piedra
Otros minerales preciosos son el zafiro, la esmeralda y el rubí.