La propulsión a chorro


El calamar ha utilizado la propulsión a chorro desde hace millones de años para moverse a través del agua, tomando agua en un extremo y expulsándola por el otro. La propulsión a chorro se utiliza hoy en día para impulsar aeronaves y otros vehículos a gran velocidad.

La propulsión a chorro depende de un principio descrito por Sir Isaac Newton en 1687. Él llamó a este principio la tercera ley de movimiento. Esta ley establece que para cada acción hay una reacción igual y opuesta. De esta manera, si un objeto expulsa parte de su masa en una dirección, el resto del objeto se desplazará en sentido contrario. Éste es el fundamento de los motores a reacción, también llamados de propulsión a chorro: en ellos, parte de la masa de la nave (el combustible) es expulsada a gran velocidad en una dirección, ocasionando que el resto de la nave se desplace en el sentido opuesto.

La fuerza producida por los motores a reacción de un avión se le llama empuje. Para generar empuje, el aire se introduce en el motor donde se comprime. Luego pasa por un conjunto de cámaras de combustión, donde se mezcla con el combustible. La mezcla aire-combustible se quema en las cámaras de combustión y los gases producidos salen disparados del tubo de escape. La fuerza de acción provocada por esos gases que se mueven a gran velocidad provocan una fuerza de reacción que empuja el avión hacia adelante.