Algo interesante sobre las bombillas incandescentes

La bombilla incandescente más antigua que aún funciona tiene unos 110 años y es conocida como Centennial Light. La bombilla de sólo 4 vatios (watts)  se encuentra en una estación de bomberos en Livermore, California y siempre ha estado encendida.

La bombilla incandescente crea luz al calentar un filamento de metal a una temperatura altísima hasta que este se enciende.

A la electricidad le resulta difícil pasar por el filamento delgado, por lo que la causante fricción provoca calor y energía lumínica.

Las bombillas se producen en una amplia gama de tamaños, salida de luz, y tensión, de 1,5 voltios a 300 voltios.

Las bombillas incandescentes funcionan igualmente bien ya sea en corriente alterna o corriente directa.

Los focos incandescentes están siendo poco a poco reemplazados en muchas aplicaciones por otros tipos de luces eléctricas, tales como lámparas fluorescentes y diodos emisores de luz (LED).

El ahorro de energía a partir del reciclaje de una sola botella de plástico pude dar energía a una bombilla de 100 vatios durante casi una hora.

La primera bombilla fue construida por Humphry Davy en 1809. Thomas Alva Edison mejoró el invento y basó su mejora en una patente que compró a los inventores Matthew Evans y Henry Woodward.