Los árboles crecen allí donde está la luz, y necesitan la luz con el fin de seguir creciendo. Como la mayoría de las plantas, los árboles crecen de semillas y tienen raíces, tallos y hojas.
La semilla entierra sus raíces en el suelo de donde toma agua y minerales para crecer. La semilla busca más profundidad, envía nuevas raíces en todas las direcciones con el objeto ede encontrar el agua y los minerales que necesita.
Después de que la raíz se ha establecido, un tallo empieza a crecer hacia la superficie buscando la luz. El tallo transporta agua y minerales para formar las ramas, hojas y eventualmente los frutos.
La incesante ramificación y producción de hojas es necesaria, ya que son las hojas las que producen los nutrientes necesarios por medio de la luz solar. Sin semillas, tierra, agua y sol, los árboles no crecerían.
Algunas Secuoyas (que tienen más de 4.000 años de antigüedad y una altura superior a los 100 metros), ¡todavía siguen creciendo en el oeste de los Estados Unidos!