Hace más de cinco mil años que, con la leche, se fabrica queso. Es muy probable que quienes inventaran el queso fueran los nómadas de Oriente Próximo, que viajaban con sus cabras y ovejas en busca de pastos frescos. Se cree que un nómada llenó de leche una bolsa hecha con el estómago de una oveja. Con el calor del sol, la leche se mezcló con el cuajo del estómago del animal y formó coágulos: el primer queso.