Una de las principales diferencias entre un animal y una planta es que un animal puede trasladarse de un lugar a otro, mientras que una planta está sujeta en el suelo donde crece. Pero hay algunas plantas que en realidad ¡se pueden mover de un lugar a otro en busca de agua!
La planta de la resurrección, una planta del desierto que se halla en algunas partes del oeste americano, crece igual que cualquier otra planta cuando hay agua suficiente, enterrando las raíces en la tierra y produciendo hojas parecidas a helechos.
Pero cuando el agua escasea, la planta de la resurrección saca sus raíces y se seca, convirtiéndose en una bola de ramas marrones que parecen estar muertas. Esta bola de ramas se desliza por el suelo empujada por el viento, y puede vagar por el desierto incluso durante años.
Pero cuando la planta encuentra agua, hunde sus raíces en la tierra húmeda, se vuelve verde, ¡y comienza a crecer otra vez! Se le llama la planta de la resurrección, ya que parece volver de entre los muertos.
Si la humedad en el suelo se acaba, la planta de la resurrección levanta sus raíces y ¡vuelve a vagar de un lado a otro en busca de agua!