Por norma los niños llevan el apellido de sus padres. Pero, ¿qué sucedía antiguamente con los bebés abandonados o cuyos padres habían muerto como desconocidos?
En el pasado se les daba el apellido Expósito a los niños huérfanos o abandonados. Esta palabra de origen latino conlleva en su significado la triste realidad de estos niños sin padres.
La palabra la acuñaron los antiguos romanos con el significado que tiene en nuestra lengua. El verbo exponere significa "poner fuera", sacar.