A pesar de ser un continente prácticamente deshabitado, y cubierto de hielo el 98% de su territorio, la Antártida es un imán para ciertos turistas.
Alrededor de cuarenta mil ecoturistas fue la cantidad que llegó a la Antártida en 2009. Hasta hace dos décadas la cantidad de visitantes eran de solo unos cuantos cientos, por lo que el impacto ecológico que estos turistas tienen en el Polo Sur es un motivo de estudio y preocupación para los científicos --los cuales en más de una ocasión son distraídos de su tarea como investigadores para volverse en guías de turistas.
Se espera que en los próximos años la cantidad de visitantes al continente congelado aumente de forma notable.