No sólo la luz de las estrellas parece titilar o saltar, sino que también parece cambiar de color.
Cuando la luz de las estrellas viaja por el espacio, no titila o cambia de color. Es la atmósfera de la Tierra la que hace que las estrellas titilen y cambien de color.
Esto es provocado por las corrientes de aire en la atmósfera de la Tierra, que hacen que diminutas partículas de polvo se mueven a diferentes velocidades. La luz que pasa a través de estas capas desordenadas se refracta y parece cambiar de color y titilar.
Algunas noches, las estrellas parecen titilar más de lo habitual. Eso es porque en esa noche hay mayores diferencias en las velocidades de las corrientes de aire en la atmósfera.
¿Sabías que cuando miras a las estrellas con un telescopio grande, el titilar de aquellas se hace más notable? A veces las estrellas titilan tanto que los astrónomos se dan por vencidos y dejan de utilizar por esa noche el telescopio.