Los seres humanos respiramos el oxígeno del aire. Hay oxígeno en el agua también, pero el cuerpo humano no puede tomar este oxígeno del agua. Si intentáramos respirar bajo el agua, nuestros pulmones se llenarían rápidamente con agua lo cual nos impediría la respiración.
Sin embargo, los peces y otras criaturas marinas están capacitados para respirar bajo el agua. Ellos tienen unos órganos llamados branquias que les permiten tomar el oxígeno del agua. Pero si se coge un pez fuera del agua, sus branquias se secarían y no podría respirar.