Tenemos que respirar para permanecer vivos. Cuando respiramos o inhalamos, le proveemos de aire, el cual contiene un gas llamado oxígeno, a los pulmones. No podemos vivir sin oxígeno, El oxígeno convierte los alimentos que hemos comido en energía. El cuerpo utiliza esta energía para mantener el calor, para hacer nuevas células, para mover los músculos, y para enviar mensajes a lo largo de los nervios. Necesitamos toda esta energía para mantenernos vivos.
Podemos sentir esta energía después de haber ingerido una comida pesada como calor. Esto es porque cuando la comida se transforma en energía, se emite calor. Este calor ayuda a mantener el interior de nuestro cuerpo caliente, incluso si la temperatura exterior es de cero grados. Uno no podría permanecer con vida si la temperatura interior del cuerpo se desplomara.