Hay algunas actividades del cuerpo que continúan trabajando automáticamente aun estando uno despierto o dormido. Si no fuera así, no podríamos seguir viviendo. Por ejemplo, cuando dormimos, el corazón late, respiramos, la sangre sigue fluyendo, lo que lleva oxígeno a todas las células del cuerpo.
El sueño es también el momento en que las células del cuerpo que han trabajado duro todo el día y están desgastadas se reparan, sustituyen, y crean nuevos suministros de energía para el día siguiente. Este es también el momento en el que crecen más.
Durante el sueño, el cerebro, que presta atención al mundo exterior cuando está despierto, se toma un descanso. Los ojos se cierran de modo que el cerebro no reciba las señales de las cosas que vemos estando despiertos. Los sonidos ordinarios tampoco nos molestan ahora. El cerebro sigue activo para mantenernos vivos, pero uno pierde el sentido de ser uno mismo, lo que se llama conciencia.
Durante un promedio de 8 horas de sueño, ¡cambia la posición del cuerpo en la cama por lo menos doce veces!