En 1950, la policía en Dinamarca, encontró el cuerpo de un hombre enterrado en una turbera, una zona pantanosa cubierta de materia vegetal en descomposición. Tuvieron que llamar a un experto para investigar, temiendo que el hombre había sido asesinado. Y eso es exactamente lo que el investigador descubrió, ¡excepto que el hombre había sido asesinado hace 2.000 años!
El cuerpo del hombre estaba tan bien preservado que sus rasgos faciales podían ser claramente reconocidos. Había una cuerda alrededor de su cuello, todavía intacta. Se pensaba que el hombre había sido ahorcado y luego arrojado a la turba y fijado con una estaca de madera.
Los científicos creen que el hombre había sido asesinado como parte de un sacrificio religioso y fijado con la estaca para que su espíritu no pudiera escapar a rondar a los demás.
Pero, en cierto modo, el "Tollund Man" (como fue llamado por el sitio donde fue descubierto), tuvo su venganza. Cuando su cuerpo preservado empezó a sacarse de la turbera, un trabajador tuvo un ataque al corazón ¡y murió en el acto!
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