Hoy en día, la catedral de San Pablo es la más conocida iglesia de Londres, y su constructor, Christopher Wren, es recordado como el arquitecto más grande de Inglaterra. Pero si no hubiera sido por un gran desastre, esta catedral nunca se habría construido.
Una iglesia conocida como San Pablo había estado en el sitio de la actual catedral desde los siglos XII o XIII. En el siglo XVII, se le pidió a Christopher Wren la elaboración de planes para restaurar esta iglesia, la cual había sido la más alta de Europa, ya que en 1666, el Gran Incendio de Londres destruyó gran parte de la ciudad, dejando completamente en ruinas a San Pablo.
En 1668, se le pidió a Wren un diseño para construir un nuevo templo para el sitio. El primer diseño de Wren fue rechazado. Se elaboró un segundo plan, que fue aprobado. Pero el rey le dio a Wren la libertad de realizar los cambios que él quisiera en el nuevo diseño, por lo que la iglesia que construyó Wren ¡era totalmente diferente de aquel aprobado en el segundo diseño!
La construcción de San Pablo acabó en 1710, cuando Wren tenía casi 80 años de edad. Murió en 1723 y fue enterrado bajo el coro de la catedral que él había diseñado. La actual Catedral de San Pablo es en cierto sentido un monumento a Wren. En una tablilla que se encuentra en la iglesia está escrito un epitafio en latín que dice: "Si usted quiere ver su monumento, mire a su alrededor".
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