El blanco es el color verdadero de nuestro cabello. Las células pigmentarias localizadas en la base de cada folículo capilar son las que proporcionan el color natural dominante de nuestro pelo en la juventud.
Conforme el individuo crece y se acerca la madurez, cada vez más y más de esas células pigmentarias mueren y el color empieza a perderse. El resultado son las canas.
Puede tomar entre 10 y 20 años, dependiendo de la cantidad de cabello que posea, que una persona se convierta en una ‘‘cabecita blanca’’. Es interesante saber que, antes de morir, las células pigmentarias producen rápidamente grandes cantidades de ‘‘color’’ por lo que el pelo se oscurece temporalmente antes de tornarse blanco (o gris) para siempre.
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