¿De dónde provienen los bumerangs?

Durante los últimos diez mil años los aborigenes de Australia han usado un tipo de armas llamadas bumerangs para matar los animales y las aves con que se alimentan. Dichas armas están diseñadas para volar en línea recta hasta la víctima, asestar un golpe letal y caer al suelo. Los bumerangs que regresan a quien los arroja son más pequeños y ligeros, y los aborigenes no los usan para cazar sino sólo con fines recreativos.

En 1981 fue establecida la marca oficial de lanzamiento de bumerang en Albury, Nueva Gales del Sur, en el campeonato australiano de la especialidad: Bob Burwell, un ingeniero de telecomunicaciones, logró que un bumerang volara 111 metros antes de que hiciera el giro de regreso.

Para que un bumerang regrese no es imprescindible que éste tenga su característica forma arqueada, pues los hay con forma de T, V, X e Y que también son capaces de retornar con el lanzador. Para que el bumerang sea eficaz basta empalmar dos piezas de madera en el ángulo correcto con una liga elástica.


La forma de los bumerangs depende
de la madera con que estén hechos.
Los que retornan a la mano del
lanzador pueden medir hasta 75 cm
de largo y pesar casi 250 gramos,
y los de cacería suelen ser más
grandes y pesados.
Los bumerangs a veces se decoran con
pigmentos rojos, blancos y amarillos.