El fisiólogo de Oxford Bernard Gesch tiene una sugerencia para mantener la paz: alimentar a los criminales con una dieta balanceada. Él y sus colegas dieron suplementos vitamínicos y otros micronutrientes a un grupo de 82 presos, y compararon su conducta con la de 90 convictos que recibieron placebos.
Los bien alimentados cometieron 35 por ciento menos de infracciones que los del grupo de placebos. "Los nutrientes son necesarios para el funcionamiento biológico", dice Gesch.
¿Podrían algunos actos violentos ser un síntoma de desnutrición? Los ácidos grasos Omega-3 parecen aumentar la capacidad celular de absorber serotonina. Los niveles bajos de este neurotransmisor están asociados con depresión y agresión. Las vitaminas B y minerales como el cromo y el zinc son necesarios para utilizar glucosa; un metabolismo con insuficiencia de glucosa parece causar propensión a comportamiento violento.
"Hemos subestimado seriamente la importancia de la salud y la nutrición en un área crucial: la salud mental y el comportamiento", dice Gesch.
El investigador propone que programas de nutrición podrían ayudar a reducir la violencia en las prisiones, y, más importante, podrían evitar el desarrollo de comportamiento violento entre los niños.
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Los bien alimentados cometieron 35 por ciento menos de infracciones que los del grupo de placebos. "Los nutrientes son necesarios para el funcionamiento biológico", dice Gesch.
¿Podrían algunos actos violentos ser un síntoma de desnutrición? Los ácidos grasos Omega-3 parecen aumentar la capacidad celular de absorber serotonina. Los niveles bajos de este neurotransmisor están asociados con depresión y agresión. Las vitaminas B y minerales como el cromo y el zinc son necesarios para utilizar glucosa; un metabolismo con insuficiencia de glucosa parece causar propensión a comportamiento violento.
"Hemos subestimado seriamente la importancia de la salud y la nutrición en un área crucial: la salud mental y el comportamiento", dice Gesch.
El investigador propone que programas de nutrición podrían ayudar a reducir la violencia en las prisiones, y, más importante, podrían evitar el desarrollo de comportamiento violento entre los niños.
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