Si un emperador romano quería leer un libro, tenía que desenrollarlo. Los libros eran escritos en largos rollos a los que había que desplegar a medida que avanzaba la lectura. Esto era enfadoso, especialmente si uno buscaba un pasaje en particular. Alrededor del 100 d.C. se inventó el códice. Se hacía de una pila de páginas que se unían por un lado, y a las que se les ponía una cubierta como protección. El códice era más fácil de transportar, de guardar y de buscar información en él. Los libros que conocemos actualmente eran muy parecidos a los códices.
En la Edad Media los libros eran hechos por monjes que escribían sobre pieles preparadas a las que llamaban pergaminos. los monjes ilustraban tales páginas con hermosas ilustraciones de color o "iluminaciones" como las conocían. Estos libros eran escasos y de gran costo, por lo cual poca gente, el clero, por ejemplo, los podía leer.
Un gran cambio vino con la introducción del papel y de la impresión que fueron inventados en China. El papel llegó a Europa a través del mundo islámico y ya era muy común en el siglo 14. El alemán Johann Gutenberg perfeccionó la imprenta en los 1450's. Desde entonces ya no fue necesario copiar a mano los libros y podían ser impresos en papel, por lo tanto se volvieron más baratos y la lectura se generalizó.
Desde entonces los avances en la manufactura de los libros, han venido sucediéndose hasta nuestros días, donde las imprentas modernas pueden hacer tirajes de varios miles de ellos en un día.
La siguiente evolución son los libros electrónicos (e-books).