Después, según la misma leyenda, el nacimiento exacto de Siddharta se dio cuando su madre caminaba por el jardín de Lumbini y miró al Cielo. Al nacer el niño dio siete pasos en cada dirección del Cielo, haciendo crecer una flor de loto a cada paso que daba; entonces profetizó que él no volvería a nacer otra vez (ésto porque los budistas, como en la religión brahmánica, creen en la reencarnación).
Después, por una visión, se le dijo al padre del joven príncipe que éste sería andando el tiempo un poderoso rey, o en cambio, un hombre de santidad (el Buda).
El padre, temiendo por su sucesión, apartó al niño de todo lo que fuera religión o de conocer lo que era el sufrimiento humano, privándolo del mundo exterior; esperaba con ello que su hijo, Gautama Siddharta, se convirtiera en el gran rey del que hablaba la visión.
Si bien el destino del niño ya estaba marcado como el futuro Buda.
Fuente: www.fundamentalbuddhism.com
