Familias diversas

   Un pez macho hace su nido en la arena del fondo de un lago; el pez hembra deposita allí los huevos y se va; el pez macho cui­da los huevos hasta que de ellos nacen los peces pequeños, y los deja abandonados a su suerte. Como se ve, la vida familiar no existe entre los peces. En cambio, otros muchos animales sí tienen vida familiar; un gorrión lleva el alimento a su compañera mientras ésta per­manece en el nido empollando sus huevos y ayuda a alimentar a los polluelos hasta que están en condiciones de abandonar el nido. El gorila macho vigila junto al árbol donde duermen sus hijos y su compañera.

   En esas familias de animales se aumen­ta y se protege a los pequeños; en las fa­milias humanas se hace otro tanto; pero no sólo se da alimento y protección a los hijos sino otras muchas cosas esenciales. Se les enseña cómo comportarse con las demás personas; se les transmiten las cos­tumbres, los modales y las creencias de su raza. La primera forma de gobierno que conoce un niño son las normas de la vida en familia.

   Las costumbres son diferentes y la vida familiar presenta diversos aspectos en los distintos lugares del mundo. A un niño beduino se le enseña que es falta de res­peto comer en presencia de su padre. Un niño criado en nuestro medio se mostraría sorprendido ante esa idea. Hay muchas diferencias como ésta.

   En épocas muy remotas, se originaron dos sistemas de vida familiar; uno de ellos consideraba a la madre como la cabeza de la familia (matriarcado) y el otro daba al padre la autoridad principal. Prevaleció este sistema, el patriarcado, y la autoridad paternal llegó a extremos increíbles; en la antigüedad, un padre podía hasta disponer de la vida de sus hijos.

   En casi todos los países civilizados, el padre y la madre comparten las responsa­bilidades de la familia y se preocupan por el bienestar de sus hijos; en algunos casos, ambos trabajan para sostener a la familia. En otro tiempo, los padres daban la edu­cación dentro del hogar. Ahora cuentan con la ayuda de las escuelas públicas y particulares.

   Con frecuencia, los miembros de una familia trabajan y juegan juntos; es muy común entre nosotros ver a una familia disfrutando de un día de campo. Proba­blemente, en otras épocas, las familias no tenían tantas oportunidades de divertirse «n común como las que tienen hoy.