Melodía es la sucesión de sonidos que, sujetos a un ritmo determinado y a ciertas reglas de entonación producen una sensación grata al oído. El concepto tan personal y tan variable del gusto o del placer hace que esa sensación pueda ser agradable para unos y no para otros, y ciertas tendencias musicales proporcionan melodías que desagradan a determinados oídos, lo que ha creado también fundamentales variaciones en la idea de entonación. Idénticas diferencias se advierten en melodías propias de pueblos primitivos o de civilizaciones muy alejadas de las que nacieron de la greco-romana o de la fusión de ésta con las del norte y oeste de Europa.
La técnica musical considera hoy a la melodía como el arte de combinar los sonidos en forma sucesiva, arte monódico en su origen, o sea con el predominio de una sola serie de sonidos, pero que llegó después a la ejecución en forma simultánea de dos o más series que guardan una relación de ritmo o de entonación, dando origen a la armonía y al contrapunto.
La melodía ha sido la base de todas las creaciones musicales al darles lo que se llama el tema. Su creación depende exclusivamente de la inventiva o inspiración del autor, y la técnica no hace sino desarrollarla, modificarla o hacer de ella el objeto de las más variadas creaciones. La música popular no tiene otro elemento espontáneo que la melodía, pues todo acompañamiento instrumental, por primitivo que sea, es siempre la expresión de un arte elaborado.