¿Qué significan las letras S.O.S?

   Cuando una persona está en peligro pide auxilio. Un barco o un avión en peligro emiten por radio las tres letras S.O.S., que tienen el significado universal de "Socorro".
   En la organización del salvamento de las personas que se hallan en peligro participan numerosos organismos: servicios sanitarios, Cruz Roja, socorristas, bomberos, marineros de botes salvavidas, servicios de socorro en alta montaña, aviación, radio, etc. Como serial de peligro y solicitud de ayuda se han adoptado tres letras: S.O.S. Son las iniciales de las palabras inglesas "Save Our Souls" ("salven nuestras almas"), y en morse son tres puntos, tres rayas, tres puntos. Se transmiten por radio en una frecuencia de 500 kilociclos.

S.O.S en código morse



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Fray Luis de León

   Los agustinos y dominicos eran las órdenes religiosas de mayor prestigio intelectual en tiempos de Felipe II. Unos y otros se disputaban las cátedras de las universidades. En el año 1561, un agustino llamado fray Luis de León ganó la cátedra de teología de la Universidad de Salamanca, en la cual enseñó durante mucho tiempo; pero fue acusado de judaizante en sus comentarios bíblicos, lo cual provocó la intervención de la Inquisición, que lo hizo encarcelar. Cinco años paso en prisión, y cuando en 1576 quedó absuelto y volvió a iniciar su labor docente, comenzó su primera clase con estas palabras: «Decíamos ayer...», como si estos cinco años no hubieran existido, como si no tuvieran importancia y no lo hubieran afectado ni a él ni a su cátedra. Tal era el carácter de este gran escritor. Su elevado espíritu y su serenidad ante la vida se reflejan en esas poesías sosegadas que parecen discurrir por la belleza de las cosas, en lo que tienen de sencillo y armonioso. He aquí unas estrofas de su Vida retirada:

   ¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
   Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
   Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera,
de bella flor cubierto,
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
   Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura,
   Y mientras miserablemente
se están los otros abrasando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

   Esta poesía es una interpretación del Beatus Ille, de Horacio, pero la ironía y la indiferencia de este escritor latino se halla sustituida en fray Luis de León por amor y exaltado elogio a la vida en el campo, a la tranquilidad de los lugares retirados en los que es posible la meditación. Fray Luis fue el gran poeta lírico de la época de Felipe II.
   Fray Luis de León nació en Belmonte (Cuenca) en 1527. Ingresó en la orden de los agustinos y ocupo varias cátedras en la Universidad de Salamanca. Obras en prosa: La perfecta casada, De los nombres de Cristo, A Felipe Ruiz, Morada del cielo y otras. Murió en 1591.

¿Cómo se teñían de azul los tejidos en la antigüedad?


   Marco Polo, entre los muchos relatos de viaje que contiene el Millón, nos describe también el método utilizado en Oriente para extraer el índigo de las hojas de una hierba leguminosa que crece espontáneamente en la India y otras regiones asiáticas. La preciosa substancia, que confiere un hermoso color azul a las telas, ya era conocida sin embargo en épocas todavía más remotas: en América, por ejemplo, se han hallado vestidos teñidos con índigo en las tumbas de los incas.
   La planta era conocida también en Egipto, como lo atestiguan los restos de tejidos hallados en las tumbas. En realidad, el índigo utilizado como colorante desde hace mas de 4.000 años, no precede de una sola planta. Existen aproximadamente trescientas especies de vegetales que producen el índigo, y mientras algunas de ellas solo crecen en el Nuevo Mundo, otras son típicas de las regiones asiáticas.
   El método mas tradicional para extraer el índigo de la planta consiste en poner a macerar los vegetales en unos recipientes que contengan agua y amoníaco. Se obtiene así un líquido amarillo que cambia de color al oxidarse por efecto del aire, dejando en el fondo un poso fangoso oscuro, integrado por partículas de color que son las utilizadas para teñir de azul las telas.