La planta era conocida también en Egipto, como lo atestiguan los restos de tejidos hallados en las tumbas. En realidad, el índigo utilizado como colorante desde hace mas de 4.000 años, no precede de una sola planta. Existen aproximadamente trescientas especies de vegetales que producen el índigo, y mientras algunas de ellas solo crecen en el Nuevo Mundo, otras son típicas de las regiones asiáticas.
El método mas tradicional para extraer el índigo de la planta consiste en poner a macerar los vegetales en unos recipientes que contengan agua y amoníaco. Se obtiene así un líquido amarillo que cambia de color al oxidarse por efecto del aire, dejando en el fondo un poso fangoso oscuro, integrado por partículas de color que son las utilizadas para teñir de azul las telas.