El avión de reacción



   Desde que existen las grandes velocidades hacia los 700 km por hora, el rendimiento de los motores de pistón clásicos ha disminuido rápidamente. Para alcanzar y superar la velocidad del sonido ha sido necesario recurrir a los motores de reacción, cuyo principio es el mismo de los cohetes.
   Como no tienen ni pistones ni bielas de movimiento alternativo, estos motores, tan simplificados mecánicamente, permiten aumentar considerablemente el empuje (y, por lo tanto, la velocidad), que en este caso está producido por la violenta eyección de los gases quemados. Por añadidura, las vibraciones quedan eliminadas. Existen varios tipos de estos motores:
   Los turborreactores están compuestos de un compresor, de una cámara de combustión (donde el oxígeno del aire aspirado por el motor quema el combustible, que consiste en un hidrocarburo menos volátil y más pesado que la gasolina. como el queroseno) y de una turbina de gas. La hélice sigue utilizándose en el turbo-propulsor, que es análogo al turborreactor, pero cuya turbina acciona, además del compresor, una hélice propulsora. En este caso, la reacción directa de los gases expulsados solo proporciona un apoyo de propulsión al impulso dado por la hélice.
   El estatorreactor no consta de ningún órgano móvil. Por lo tanto, no posee compresor. Debido a esta ausencia, el caudal de aire resulta proporcional a la velocidad del vuelo. Cuando el aparato está inmóvil, el caudal y, por lo tanto, el impulso, son nulos. De ahí la necesidad de dotar al avión de un propulsor auxiliar para el despegue y el aterrizaje, lo cual conduce a la fórmula del turboestatorreactor

El avión de hélice



   La hélice de un avión funciona igual que la hélice de un barco, puesta en rotación, adquiere en el aire, lo mismo que en el agua, un movimiento de avance semejante al del tornillo que entre en la tuerca. El aire es aspirado por delante y expulsado por detrás. lo cual ejerce una tracción sobre el árbol motor, en el cual esta fijado un buje portador de palas simétricamente dispuestas. Las hélices son tractoras o propulsoras. según se encuentren en el morro del aparato o en la parte trasera de las alas. Se llama peso de la hélice a la distancia medida, paralelamente al eje, entre un punto de la hélice y el punto correspondiente después de haber recorrido una vuelta completa. Las hélices de paso variable proporcionan al motor toda su potencia, cualesquiera que sean las condiciones de vuelo.

El Ingeniero de sonido

   Ciertos ingenieros, especializados en las técnicas de sonido, dirigen las grabaciones sonoras de los programas de radio y televisión, y también de las películas cinematográficas.
   Durante las grabaciones, el feudo del ingeniero de sonido suele ser una habitación aislada en un estudio o en un vehículo especialmente equipado. Sentado ante un tablero de mandos, al amparo de los ruidos procedentes del exterior, da órdenes al exterior, a los hombres encargados de colocar o de desplazar los micrófonos, por medio de gestos o gracias a la ayuda de un micrófono independiente. Tanto en el cine como en la televisión, los encargados de los micrófonos deben realizar a menudo verdaderas acrobacias para quedar fuera del campo de la cámara; además deben permanecer largos ratos en posturas extenuantes o peligrosas. Una vez terminada la grabación, el ingeniero de sonido procede al montaje de la banda sonora, mezclando los diálogos, los ruidos y la música.