Curiosidades sobre los Triunfos romanos

   Es los primeros años de la república, el carro del triunfador era tirado por dos caballos, después por cuatro, y en la época del emperador Augusto hasta por seis.
   Cuando en el año 80 a. de J. C. Pompeyo celebro el "triumphus" por sus grandes victorias en África, quiso que su carro fuera tirado por cuatro elefantes, animales característicos del territorio en que había luchado.
   Los triunfos no eran celebrados siempre en Roma. A veces lo hacían en la región donde el vencedor había logrado sus victorias. Por ejemplo: Cornelio Escipión (el futuro Africano), después de haber vencido a los cartagineses en Hispania, festejó el triunfo en ese territorio.
   Durante la época imperial, el emperador era considerado el jefe supremo del ejército. En consecuencia, aunque uno de sus generales consiguiera las grandes victorias, el derecho al "triumphus" correspondía solamente a el.
   Un historiador romano del siglo V señaló que desde Rómulo (siglo VIII a. de J. C.) hasta Vespasiano (siglo I de nuestra era) fueron celebrados en Roma 320 triunfos

¿Qué trabajo realiza un medidor-verificador?

   El medidor es un técnico de la construcción o de obras públicas. Establece presupuestos para valorar los proyectos de una obra o elabora informes para efectuar los trabajos ya ejecutados.
   El medidor, que por regla general esta especializado en una rama de la construcción (albañilería, pintura, electricidad, carpintería...), puede ser el colaborador de un arquitecto o de un gran empresario, o bien poseer su propio despacho. Su trabajo consiste en detallar por escrito todos los materiales utilizados en una obra determinada, las tareas de los obreros, el tiempo de su ejecución, los costes de cada una de las fases, el precio total de coste, etc. Por otra parte, el medidor-verificador es remunerado por su cliente para que aquel le garantice que la factura corresponde exactamente al trabajo realizado. Con frecuencia, la función del medidor tiende a limitarse a calcular costes de proyectos.

La acción erosiva del mar

   CIEN toneladas es el peso de una locomotora grande. Imaginemos una masa rocosa que tenga este enorme peso, colocada a la orilla del mar. Y bien: durante una marejada las olas consiguen moverla. Parece increíble. Pero debemos pensar que las olas del mar logran alcanzar una presión de 30.000 kg. sobre cada metro cuadrado de las rocas contra las cuales se abaten. Este tremendo golpe de ariete equivale a una presión de 3 atmósferas. Cuando no logra vencerla por la fuerza, el mar en su eterna lucha con la tierra firme, recurre a la erosión, que es un arma bastante mas tranquila, pero igualmente destructora. Naturalmente, requiere mucho tiempo, pero sus efectos son semejantes.
No debemos maravillarnos, pues, cuando comprobamos que el mar, con el paso de los siglos y de los milenios, realiza una gigantesca obra de transformación de la superficie terrestre con la que se pone en contacto. Una obra grandiosa y continua, que los estudiosos llaman "geodinámica" o "morfogenética".