¿Cómo nos comunicamos con las naves espaciales?

   Una antena para rastrear naves espaciales es muy parecida a un radiotelescopio. Un gran plato recoge las señales de la nave espacial y las enfoca a un receptor. La antena rastreado­ra también se usa para mandar señales a la nave espacial de que se trate. Los EE.UU. tienen una red de estaciones rastreadoras que se ex­tiende por todo el mundo. Algunas de ellas están en la Tierra, mientras que otras se encuen­tran sobre naves rastreadoras especiales. En esta forma, los controladores se encuentran en constante contacto con las naves espaciales.

¿Qué hace un profesor de autoescuela?

   Para conducir un automóvil hay que obtener un permiso de con­ducción. Los profesores de las escuelas de manejo enseñan en clases prácticas y teóricas a las personas que deben pasar el examen.
   El examen para obtener el permiso de conducir es cada año más difícil. A los candidatos se les exige un perfecto conocimiento del código de circulación y un dominio absoluto del vehículo. Por tanto, el profesor ha de ser un conduc­tor particularmente experto, al mismo tiempo que un pedagogo capaz de transmitir sus conocimientos. El profesor debe tener sangre fría para estar al lado de un nervioso novato al volante. En algunos países ya en la primera lección, tras haber explicado el manejo del automóvil al alumno, confía el volante a éste. Aunque prodigándole consejos u obser­vaciones, lo deja conducir... no a mucha velocidad, pese a lo cual no desapa­recen los riesgos. Para prevenir accidentes, el profesor dispone de un doble pedal de freno y de embrague que puede emplear en caso de urgencia.

¿Cómo vemos los colores?

   Las células sensibles a la luz, de la retina, incluyen 125 millones de células llamadas bastones y 7 millones denominadas conos. Los bastones permiten captar la brillantez de la luz que llega a ellos, al tiempo que los conos identifican su color. Existen tres tipos de conos, cada uno sensible a uno de los tres "colores primarios": rojo, azul y amarillo.



Datos fascinantes sobre los ojos
•   El ojo humano es tan sensible que una persona sentada en la cima de una montaña, durante una noche clara y sin luna, podría ver un partido que se efectuara a 80 km de distancia.

Experimento
   Observa tus ojos en un espejo y ve que tan a menudo parpadeas. El promedio normal es de aproximadamente seis veces por minuto. Haz una suma y agrega todos tus parpadeos durante un día. Te quedarás sorprendido al descubrir todo el tiempo que tienes los ojos cerrados.