¿Quién inventó la rueda?

   Hoy parece difícil de comprender, pero la rueda tardó mucho en inven­tarse. Durante siglos se desarro­llaron avanzadas civilizaciones sin que en ellas se emplease la sencilla máquina que hoy nos parece la rue­da, ni para transportar ni para em­plearla en cualquier otra actividad práctica.
   Parece ser que la rueda hizo su apa­rición en Mesopotamia hacia el año 3500 antes de Cristo. Hasta entonces, lo más parecido a la rueda y lo que probablemente determinó su invención, había sido el rodillo, sobre el que se arrastraban pesadas cargas, y que seguramente nació como herramienta para el hombre cuando éste utilizó el tronco caído de algún árbol. La leyenda sitúa la invención de la rueda en Sumeria, en la Mesopotamia meridional, y nos la muestra íntimamente ligada a la aparición del carro. Según parece, el consejero de un rey de Sume­ria presentó un día a éste una in­vención suya que les permitiría ganar todas las guerras. Era un carro. Una plataforma arrastrada por dos ona­gros, o asnos salvajes, que se mo­vería gracias a cuatro ruedas maci­zas unidas por ejes que se moverían al mismo tiempo que ellas. Esta es la primera noticia que tenemos acer­ca del uso práctico de la rueda, y lo cierto es que pronto los carros sumerios dieron una notoria superiori­dad bélica a sus ejércitos. Con la rueda nacía el elemento fun­damental del transporte terrestre. Pero el invento del consejero sumerio iba a encontrar igualmente multi­tud de derivaciones y aplicaciones: la polea, que sustituyó a la rampa o plano inclinado en la elevación de grandes pesos; las ruedas de moli­no para triturar el grano; el torno del alfarero, que permitió industrializar la cerámica; la rueca de hilar; el ti­món de los barcos, etcétera.

¿Existen fósiles vivientes en el reino vegetal?

Se considera a algunas plantas como "fósiles vivientes":

  • Cuando subsiste sólo un pequeño número de ejemplares de una especie.
  • Cuando las plantas por su funcionamiento arcaico, evidencian pertenecer a un grupo muy antiguo.
En esta última categoría de "fósiles vivientes" se incorpora el caso del ginkgo. Ya no se encuentra este árbol de China y Japón, más que en cultivo. El hecho que haya sido salvado de la des­trucción total se debe a que los chinos y japoneses lo han cultiva­do como árbol sagrado. Es incapaz, parece ser, de mantenerse por sí solo en la naturaleza. El ginkgo es igualmente una planta arcaica, ya que como en el caso de la cicada sus células sexuales masculinas son unos anterozoides, es decir, tienen flagelos que les permiten desplazarse en el agua, una supervivencia de la le­jana época en que era planta acuática; en el caso de otras plan­tas superiores, el polen lleva las células sexuales masculinas por un tubo.

¿Cómo se mide la contaminación en un río?


   Dado que los ríos contaminados son uno de los principales factores que limi­tan el abasto de agua en muchas regio­nes, los científicos han recurrido a artificios ingeniosos que detectan y miden su contaminación. Uno de ellos es la fotografía aérea que en horas hace lo que llevaría días en tierra. Fotogra­fías a color como la superior revelan la presencia de contaminación visible debido a cambios en el tono del agua. Cuando se usa película infrarroja más sensible aparecen en el agua en blanco algunos contaminantes.
   Un panorama más amplio se logra cuando los satélites orbitadores se usan como sensores de contaminación. En cosa de segundos los satélites presen­tan una superficie de unos 33.000 km² merced a sensores que detectan dife­rencias de temperatura en la superficie del agua y bajo ella. Estos datos se envían a computadoras especiales, si­tuadas en Tierra las cuales proporcio­nan un mapa térmico que muestra la distribución de la contaminación orgá­nica por los gases tibios que emite.
   Con tal información, los científicos identifican con facilidad el tipo de con­taminación y su fuente. Si se toman medidas para detenerla, los sensores de largo alcance sirven también para observar el adelanto y la eficacia del proceso de limpieza y purificación.