¿Es posible bañarse en una nave espacial?


   Mantener una higiene adecuada en el espacio exige un esfuerzo mayor al que estamos acostumbrados en la Tierra. En órbita es posible lavarse, pero ducharse resulta más complicado. De hecho, en la mayoría de las naves espaciales los astronautas no lo hacen, ni disponen de llaves por los que salga directamente un chorro de agua, sino que se frotan el cuerpo con esponjas o toallas empapadas de jabón líquido. La falta de gravedad haría que el chorro de agua se convirtiera en una masa dispersa por el interior de la nave. Sin embargo, en la Estación Espacial Inter­nacional, donde algunos astronautas pasan hasta seis meses seguidos, hay un sistema de presión que les permite ducharse, aunque sujetos al piso. Por razones obvias de abastecimiento, sólo dispo­nen de una ración de cuatro litros por baño.

Fat Boy y Fat Man

¿Sabías que...?

El término Fat Boy se aplica a una motocicleta, mientras que Fat Man es el nombre de la bomba atómica que cayó en Nagasaki en 1945.

El mármol en el arte

EL MÁRMOL Y SU USO EN LA ARQUITECTURA


Desde los tiempos más anti­guos los hombres usaron el már­mol por su dureza y su hermosu­ra. Principalmente lo utilizaron los egipcios y los griegos, que colmaron sus ciudades con her­mosas creaciones de sus artis­tas, ejemplo que imitaron más tarde otros distintos pueblos.
Árabes y bizantinos lo emplea­ron mucho en sus construcciones, especialmente los mármoles po­licromos, es decir, de colores.
El empleo del mármol fue no­table en la época del Renacimien­to; en tanto que el barroco lo utilizó también en el interior de los edificios.
En la época moderna el em­pleo del mármol macizo fue sus­tituido por la aplicación exter­na, es decir, por el revestimien­to de láminas finas aplicadas sobre material menos valioso.