Turín (italia)

TURÍN (TORINO)

   Con sus amplias calles, sus her­mosos edificios, su agradable clima primaveral y su magnífica vista de los Alpes, Turín es una de las ciudades más atractivas de Italia. Se encuentra en la confluencia de los ríos Po y Dora Riparia, en el lugar de la antigua ciudad romana Augusta Taurinorum.
   Por su situación cerca de la frontera francesa, precisamente frente al puerto y al túnel del Mont Genis, ha adquirido gran importancia comercial. Es la cuarta ciudad de Italia y el centro de la industria automovilística. Por su importancia industrial, Turín ha sido llamada la Detroit de Italia. Es también un cen­tro cada día más importante de la industria edito­rial italiana; su producción de dulces (chocolates y caramelos principalmente) es la primera del país. Desde los antiguos días en que los romanos aban­donaron la Galia, ha sido de gran importan­cia estratégica, por lo que sus defensores construyeron una mu­ralla alrededor de ella, de la que todavía que­dan algunos restos. Cuando Aníbal llegó a Italia, a través de los Alpes, el año 218 a. de C., Turín fue una de las primeras ciuda­des que capturó.

¿Cómo respiramos?

   De igual manera que un automóvil necesita combustible, nuestro cuerpo requiere oxígeno, un componente del aire, para funcionar correctamente. Sin oxígeno, las células morirían en pocos minutos. Nuestras células también producen un gas denominado anhídrido carbónico, el cual deben expulsar para no envenenarse. Por ello respiramos, para alimentar las células con oxígeno y desechar lo que sobra.


   Automáticamente, respiramos todo el tiempo. El aire entra por la nariz o la boca, pasa por la tráquea, luego por dos tubos más estrechos hasta llegar a los pulmones. En cada pulmón estos tubos se ramifican, como un árbol. Al final de cada ramificación hay diminutas cámaras de aire similares a pequeñas burbujas, llamadas alvéolos.

   Los alvéolos están cubiertos por finos vasos sanguíneos. El oxígeno pasa de los alvéolos a la sangre y después al resto del cuerpo. El anhídrido carbónico lo hace en sentido contrario para ser expulsado cuando espiramos.
   Cuando aspiramos el aire, las costillas se mueven hacia arriba para que los pulmones puedan expandirse mientras inhalamos. El diafragma (membrana muscular debajo de los pulmones) también se mueve para darles mayor espacio. Cuando espiramos, las costillas se mueven hacia adentro y hacia abajo, y el diafragma se mueve hacia arriba. Esto hace más pequeño el espacio en el pecho y facilita la expulsión del aire.

¿Por qué a la tuya se le llama "árbol de la vida"?


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Tuya (Thuja)

    La tuya (Thuja) se llama tam­bién árbol de la vida, nombre que procede del anti­guo latín arbor vitae, que se aplicaba a esta planta. Este hermoso árbol, siempre verde, debe su nombre seguramente a las propiedades curativas que se atri­buían a sus aromáticas hojas.
   La tuya crece en Norteamérica, Japón y Asia oriental. En Norteamérica, se encuentra en las costas del Pa­cífico, en el sur del Canadá y en las zonas próximas al litoral del norte del Atlántico y del centro. Fre­cuentemente, forma espesos bosques en regiones hú­medas y de marismas. En Europa, se cultivan varias especies, singularmente una que procede de los paí­ses de Oriente, de China y Japón.
   Contrariamente a los pinos y abetos, que tienen hojas finas y en forma de aguja, la tuya tiene hojas en forma de escamas que se aplican contra el tallo. Cuando crece libremente, adquiere una airosa forma de pirámide. Se usa mucho como árbol de adorno y para setos vivos. El árbol de la tuya alcanza una altura de cerca de 15 metros, y el diámetro de su tronco puede ser de 60 centímetros, y a veces, hasta de un metro. Su madera blanca y resistente se usa para muebles, etc. Sus frutos se llaman gálbulas y tienen sus brácteas íntimamente soldadas con las escamas que llevan los óvulos. Corresponde a las gimnospermas, y dentro de ellas, a la familia de las cupresáceas. Pertenece a diversas especies del género Thuja. La tuya ameri­cana es la Thuja occidentalis; la del antiguo conti­nente, Thuja orientalis.