¿Qué persona inventó el inodoro?

El inglés sir John Harrington fabricó el primer inodoro en 1596. Al principio, solo los ricos podían permitirse un aseo privado. Mucha gente utilizaba orinales y los vaciaba en las cloacas de la calle por la mañana. Cuando en 1832, millones de personas murieron de cólera en Europa, se promulgaron leyes que alentaban a todo el mundo a usar el inodoro.

Era común que los primeros inodoros estuviesen ricamente decorados porque eran un bien lujoso que sólo muy pocos podían permitirse.

¿De dónde viene el nombre de "electricidad"?

Los hombres prehistóricos valoraban y comercializaban el ámbar, una piedra semipreciosa que no es más que la savia de árboles petrificados. Seguramente más de una vez alguien se habría frotado el ámbar en su abrigo de pieles descubriendo que éste era atraído por la piedra. Tal vez esa persona lo frotó lo suficiente para producir chispas. El filósofo griego Tales de Mileto escribió acerca de estos efectos alrededor de 600 a. C.

Pero no fue hasta unos 2.200 años más tarde, que William Gilbert (1544-1603), médico inglés, llamó a este efecto "electricidad" en recuerdo del nombre griego para el ámbar "elektron". Gilbert demostró que la cera, el azufre,  el vidrio y otros materiales se comportaban de la misma manera que el ámbar. Gilbert inventó el primer instrumento para detectar lo que ahora llamamos la carga eléctrica en los objetos llamado versorium, un puntero que era atraído por los objeto eléctricamente cargados. El médico inglés también descubrió que un cuerpo caliente perdía su carga y que la humedad impedía que los cuerpos se cargasen de electricidad.

En 1729, el científico inglés Stephen Gray (1666-1736) determinó que la carga, o lo que él llamaba la "virtud eléctrica", podía transmitirse a grandes distancias por los metales​​.

¿Cuándo se construyó el primer reloj mecánico?


La primera vez que aparecieron los relojes mecánicos fue en Europa en torno a 1360 para sustituir a las clepsidras, que sólo medían horas. Los nuevos relojes eran más precisos y con el tiempo sonaban cada cuarto de hora, además de cada hora. Los relojes funcionaban con un peso sujeto a un gran engranaje o rueda dentada. La caída del peso se frenaba mediante diferentes engranajes conectados entre sí que movían las manillas por la esfera del reloj.

Los primeros relojes mecánicos se construyeron en las torres de iglesias y monasterios para indicar las horas de la oración.