Temprano en la mañana del 30 de junio de 1908, una gran masa de fuego golpeó en la Siberia central tanto que 450 kilómetros de distancia, los hombres y los caballos fueron lanzados varios metros en el suelo.
De hecho, el impacto se sintió en Inglaterra, a 5.600 kilómetros de distancia. Durante años, los científicos trataron de averiguar qué fue lo que golpeó la Tierra ese día. ¿Qué fue lo que destruyó 80 millones de árboles en un círculo de ochenta kilómetros de ancho? ¿Qué pudo haber sido tan caliente que volvió en cenizas aquello donde impactó a tierra? Si no podían saber lo que era, sabían lo que no lo era.
Lo que golpeó la Tierra no era un meteorito. Algunos piensan que podría haber sido un cometa, el cual contiene un núcleo de gases congelados mezclados con otras sustancias. Al entrar en la atmósfera, el cometa se evaporó en una gran explosión.
Sea lo que fuere, el misterio sigue sin resolverse hasta nuestros días.
¿La sal derrite la nieve?
Cuando pones sal en el hielo o la nieve, éstos empiezan a derretirse. Esto es porque la sal disminuye el punto de congelación del agua. Cuanto más sal, más se derrite.
Como la sal se va disolviendo, se crea calor, derritiendo más agua y disolviendo más sal. Es por eso que las ciudades lo que hacen para despejar las carreteras de nieve es echarl sal sobre ellas para derretir el hielo y evitar que se congelen de nuevo.
Como la sal se va disolviendo, se crea calor, derritiendo más agua y disolviendo más sal. Es por eso que las ciudades lo que hacen para despejar las carreteras de nieve es echarl sal sobre ellas para derretir el hielo y evitar que se congelen de nuevo.
Un puerto oculto durante casi dos siglos
Sorprendentemente, la espesa niebla había mantenido oculto el Puerto de San Francisco durante casi 200 años.
En el año 1579, Sir Francis Drake, el famoso capitán inglés y navegante, zarpó con su barco, el Golden Hind, hasta lo que hoy es la costa oeste de los Estados Unidos.
Él y sus hombres estaban en busca de la seguridad de un buen puerto. De un lado a otro navegaron, encontrando sólo acantilados o niebla. Por último, se dieron por vencidos, sin saber que detrás de la niebla estaba uno de los puertos más seguros del mundo.
Por casi 200 años, hasta el siglo XVIII, el gran puerto mantuvo el secreto de su existencia. Fueron los exploradores españoles los que lo descubrieron a medida que avanzaban hacia el norte de California.
Incluso hoy en día, con los dispositivos modernos como el radar, una niebla en el mar hace un buen trabajo ocultando las cosas. El 26 de julio de 1956, dos barcos de pasajeros, el Andrea Doria y el Estocolmo, fueron ocultados por la niebla que había aquel día en la costa de Massachusetts.
Los dos barcos de pronto chocaron. El Andrea Doria se hundió con una pérdida de 51 vidas.
En el año 1579, Sir Francis Drake, el famoso capitán inglés y navegante, zarpó con su barco, el Golden Hind, hasta lo que hoy es la costa oeste de los Estados Unidos.
Él y sus hombres estaban en busca de la seguridad de un buen puerto. De un lado a otro navegaron, encontrando sólo acantilados o niebla. Por último, se dieron por vencidos, sin saber que detrás de la niebla estaba uno de los puertos más seguros del mundo.
Por casi 200 años, hasta el siglo XVIII, el gran puerto mantuvo el secreto de su existencia. Fueron los exploradores españoles los que lo descubrieron a medida que avanzaban hacia el norte de California.
Incluso hoy en día, con los dispositivos modernos como el radar, una niebla en el mar hace un buen trabajo ocultando las cosas. El 26 de julio de 1956, dos barcos de pasajeros, el Andrea Doria y el Estocolmo, fueron ocultados por la niebla que había aquel día en la costa de Massachusetts.
Los dos barcos de pronto chocaron. El Andrea Doria se hundió con una pérdida de 51 vidas.
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