¿Quién fue Cristóbal Colón?
Poco se sabe sobre los primeros años de Colón, excepto que nació en 1451 y se crió en la ciudad italiana de Génova. Génova era un puerto muy activo, las calles estaban llenas de marineros y capitanes.
Colón se dio al mar con las flotas que transportaban mercancías desde Génova hacia el resto de Europa. En 1476, su barco fue atacado por los franceses y los portugueses que estaban en guerra. Después de que su barco se hundió, Colón nadó seis millas hasta la costa de Portugal.
El desastre resultó ser el más feliz acontecimiento en la vida de Colón. Viajó a Lisboa, una ciudad portuaria portuguesa, que en ese tiempo era el centro de la exploración de los océanos y el comercio. Ahí, Colón aprendió matemáticas, navegación y astronomía, y se unió a varias expediciones de vela.
En la década de 1480, Colón tuvo una idea radical. Sabiendo que la Tierra era una esfera, razonó que se podía llegar a las Indias navegando hacia el oeste por el Océano Atlántico. Hasta entonces, los navegantes europeos se dirigían con sus barcos al sur y al este, tratando de llegar a las Indias navegando alrededor o a través de África.
Durante años, Colón trató de convencer a los monarcas europeos para financiar su viaje. Los reyes pasaron el asunto a sus asesores. Algunos pensaban que era demasiado arriesgado. Otros correctamente consideraron que Japón y China estaban a miles de kilómetros de distancia y demasiado lejos para un viaje por mar sin escalas.
En Inglaterra, los asesores del rey Enrique VII, sin rodeos desestimaron los planes de Colón como "una broma". Colón finalmente encontró a una persona receptiva en la reina Isabel de Castilla, pero en ese entonces los españoles estaban ocupados luchando contra los moros en el sur de España.
En enero de 1492, los últimos moros se rindieron, e Isabel y su marido, el rey Fernando, pudieron proporcionar a Colón los suministros, los marineros, y tres naves para su viaje, la Niña, la Pinta y la Santa María.
La llegada al Nuevo Mundo
Durante semanas, las tres naves de Cristóbal Colón navegaron hacia el oeste. A medida que más se adentraban en el oceáno, las tripulaciones comenzaron a murmurar sobre un motín. Colón, alternativamente los alentaba, exhortaba y amenazaba.
El 12 de octubre de 1492, después de seis semanas en el mar, el vigía en la Pinta vio una franja de playa que brillaba a la luz de la luna. ¡Tierra! Colón llamó a la isla San Salvador. Después del amanecer, Colón y sus compañeros se dirigieron a la playa y plantaron un pendón en la arena, reclamando la tierra para España.
Convencido de que había encontrado las Indias, Colón llamó a la población de las islas "indios", nombre que los pueblos nativos de América han llevado durante siglos. Colón pasó los siguientes dos meses explorando las islas Bahamas y las costas de Cuba y La Española.
Capturó a unos indios y puso en sus barcos una colección de joyas de oro, loros coloridos y otros de sus descubrimientos. Luego se embarcó rumbo a España. Cuando llegó en marzo de 1493, fue recibido como un héroe y las noticias del descubrimiento se extendieron por toda Europa.
El 12 de octubre de 1492, después de seis semanas en el mar, el vigía en la Pinta vio una franja de playa que brillaba a la luz de la luna. ¡Tierra! Colón llamó a la isla San Salvador. Después del amanecer, Colón y sus compañeros se dirigieron a la playa y plantaron un pendón en la arena, reclamando la tierra para España.
Convencido de que había encontrado las Indias, Colón llamó a la población de las islas "indios", nombre que los pueblos nativos de América han llevado durante siglos. Colón pasó los siguientes dos meses explorando las islas Bahamas y las costas de Cuba y La Española.
Capturó a unos indios y puso en sus barcos una colección de joyas de oro, loros coloridos y otros de sus descubrimientos. Luego se embarcó rumbo a España. Cuando llegó en marzo de 1493, fue recibido como un héroe y las noticias del descubrimiento se extendieron por toda Europa.
¿Quién buscó las Siete Ciudades de Oro?
Noticias de riquezas sorprendentes en el Nuevo Mundo disparó la ambición de varios exploradores españoles. Los rumores hablaban de siete ciudades de oro que refulgían en el norte de México, en una tierra legendaria llamada Abola.
En febrero de 1540, un noble español, Francisco Vázquez de Coronado, encabezó una expedición de 336 soldados y 1.300 indios hacia el norte de México, en lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos. Guiado por un sacerdote llamado Fray Marcos, los españoles viajaron lentamente a través de los desiertos de Arizona.
En junio, el hambriento ejército español llegó a Hawikuh, una ciudad india en lo que hoy es Nuevo México. Pero en lugar de una ciudad deslumbrante de oro, los españoles encontraron sencillas estructuras construidas de adobe. Peor aún, los indios no les dieron la bienvenida a los españoles, sino que en su lugar les disparaban flechas y les lanzaban piedras como se aproximaban.
Coronado quedó inconsciente antes de que los soldados españoles tomaran la aldea y se dieran un festín con el maíz y las aves que encontraron allí. Los españoles pronto se enteraron de que las Siete Ciudades de Cibola no existían. Disgustado, Coronado envió de vuelta a fray Marcos en desgracia.
En febrero de 1540, un noble español, Francisco Vázquez de Coronado, encabezó una expedición de 336 soldados y 1.300 indios hacia el norte de México, en lo que hoy es el suroeste de Estados Unidos. Guiado por un sacerdote llamado Fray Marcos, los españoles viajaron lentamente a través de los desiertos de Arizona.
En junio, el hambriento ejército español llegó a Hawikuh, una ciudad india en lo que hoy es Nuevo México. Pero en lugar de una ciudad deslumbrante de oro, los españoles encontraron sencillas estructuras construidas de adobe. Peor aún, los indios no les dieron la bienvenida a los españoles, sino que en su lugar les disparaban flechas y les lanzaban piedras como se aproximaban.
Coronado quedó inconsciente antes de que los soldados españoles tomaran la aldea y se dieran un festín con el maíz y las aves que encontraron allí. Los españoles pronto se enteraron de que las Siete Ciudades de Cibola no existían. Disgustado, Coronado envió de vuelta a fray Marcos en desgracia.
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