Las cabras son altamente destructivas en sus hábitos alimenticios y en algunos lugares tienen una mala reputación. Según Karl Vogt, la cabra hace más daño en los bosques que cualquier otro animal. La destrucción de los bosques, la desnudez de las montañas y la consecuencia inevitable de esta condición, la sequedad del clima, se deben a la devastación de estos animales, por lo que es desaconsejable permitir que las cabras corran por los lugares donde crecen cosas verdes de valor. Comerán incluso la corteza de los árboles, así como setos y jardines cuidados durante mucho tiempo.
Con todos sus defectos, la cabra tiene cierta importancia comercial. La leche de cabra es muy apreciada en muchos lugares y a menudo se convierte en queso. La piel se utiliza de varias maneras y los pueblos orientales primitivos todavía la utilizan para hacer sus tiendas de campaña y parte de su ropa.
.
