Las resacas varían de una persona a otra, pero por lo general implican dolor de cabeza, náuseas, cansancio y deshidratación. La deshidratación es una de las principales causas de los síntomas de la resaca.
Una resaca puede dejarte con dificultades para concentrarte, sintiéndote irritable y sensible a la luz - no es una buena combinación si estabas planeando aprovechar al máximo el día y no pasarla en la cama.
La causa principal de la resaca es el etanol, el alcohol de las bebidas. Es un químico tóxico que funciona en el cuerpo como un diurético, lo que significa que hace que orines más y que puedes deshidratarte como resultado. La deshidratación es una de las principales causas de los síntomas de la resaca.
¿Cómo prevenir otra resaca?
Para evitar la recurrencia de resacas, lleva un registro de lo que estás bebiendo y mantente dentro de las pautas de la unidad de bajo riesgo.
Evita el alcohol con el estómago vacío, ya que aumenta el riesgo de experimentar síntomas de resaca. La comida ayuda a reducir la velocidad a la que tu cuerpo absorbe el alcohol.
Trata de no entrar en las rondas. Hacen que sea más difícil controlar cuánto bebes.
Bebe mucha agua o refrescos entre las bebidas alcohólicas para evitar la deshidratación, uno de los síntomas más frecuentes de la resaca.
Tu cuerpo tarda aproximadamente una hora en procesar cada unidad de alcohol. Considera dejar de beber mucho antes del final de la noche, para que el proceso pueda comenzar antes de ir a la cama y las posibilidades de sufrir una resaca al día siguiente se mantengan al mínimo.
Bebe mucha agua antes de acostarte.
¿Cómo se puede curar una resaca?
Además de agua, bebe jugo fresco para darte un impulso vitamínico. Si realmente lo necesitas, toma un analgésico y un antiácido para calmar tu estómago y aliviar los síntomas de la resaca.
Come algo - los plátanos y los kiwis son ejemplos de alimentos que puedes comer para ayudar a curar una resaca, ya que son una fuente de potasio (un mineral que pierde cuando bebe debido al efecto diurético del alcohol).