Según investigaciones sobre el tema, nos suelen atraer las personas que son como nosotros. Esto incluye detalles como rasgos faciales, antecedentes, niveles de inteligencia y personalidad. De hecho, se ha descubierto que las parejas felizmente casadas a menudo tienen ADN similares. Aún más interesante aún, con el tiempo, los cónyuges tienden a parecerse cada vez más en personalidad y aspecto. Eventualmente pueden parecer capaces de leerse la mente y terminar las oraciones del otro.
¿Los opuestos se atraen? Somos demasiado narcisistas para que esta pregunta sea verdad. Sólo queremos cortejarnos a nosotros mismos.