2. Hacerle lavar a tu hijo las manos regularmente con agua y jabón es la manera más efectiva de prevenir infecciones. Asegúrate de que tu hijo se lave las manos antes de que coma. En esas ocasiones en que no tienes un lavamanos cerca, lleva en la bolsa toallitas húmedas o jabón en gel que no necesita agua.
3. Aun si la temperatura al aire libre esta a punto de congelación, abrígalo bien desde la cabeza hasta los pies y vayan a dar un paseo por el parque para correr y jugar un rato. Los niños activos producen más defensas porque aumenta la función de su sistema inmune. Además, el ejercicio regular mantiene alejados a los niños de la obesidad y las adicciones.
4. Sabes muy bien que las frutas y los vegetales son buenos para el crecimiento de tu hijo. Pero, ¿se los estás dando en suficiente cantidad? Para ofrecerles la dosis que necesitan cada día en nutrientes, sírveles un arco iris de frutas y vegetales. Cuando prepares pizza, cúbrela con salsa de tomate y agrégale brocoli y pimientos rojos y amarillos bien picados, además del queso.
5. Una buena noche de descanso lo prepara mejor para resistir cualquier infeccion. Un estudio demuestra que las personas que duermen lo necesario, producen más anticuerpos que quienes no lo hacen. Los bebés necesitan de 14 a 15 horas de sueño, los infantes de 12 a 14 horas, los preescolares de 11 a 12 horas y los de edad escolar de 10 a 11 horas.
6. La gente solitaria y aislada se enferma más que aquella con mucha actividad social y familiar. De hecho, el apoyo de los demás es la mejor medicina para quienes padecen de algún tipo de cáncer o sufren enfermedades terminales.