Las enfermedades son provocadas por los microbios. Si el contagio alcanza, a la vez, a muchos enfermos de una misma región, es que existe una epidemia. Las grande epidemias son auténticas catástrofes.
Ciertas enfermedades contagiosas pueden provocar epidemias si no se han tornado las más elementales precauciones (que además son obligatorias): desinfección del enfermo, de su ropa interior, de las personas que con el conviven y, en caso necesario, aislamiento del contagioso. Los terremotos, las guerras, las inundaciones, al hacer imposible la aplicación de medidas inmediatas de higiene, pueden desencadenar epidemias mortales: cólera, tifus, peste. fiebre amarilla, etc. En 1918, la gripe ocasionó en Europa mas de un millón de muertes.
Aunque por su etimología griega (Demos significa pueblo), la palabra epidemia se aplica originalmente a las enfermedades que afectan a los humanos, es de uso frecuente también en el lenguaje cotidiano para hablar de las enfermedades que afectan a grupos de animales (zoonosis).