Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.
He cometido el peor pecado que uno puede cometer. No he sido feliz.
La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica.
Antes las distancias eran mayores porque el espacio se mide por el tiempo.
Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mi me enorgullecen las que he leído.
Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.
La duda es uno de los nombres de la inteligencia.
Hay comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón.
Me gustaría ser valiente. Mi dentista asegura que no lo soy.
Democracia: es una superstición muy difundida, un abuso de la estadística.
El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.
La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido.
No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición.
Yo siempre seré el futuro Nóbel. Debe ser una tradición escandinava.