Los tornos permiten que el tornero realice, en cualquier metal o materia plástica, piezas en las formas llamadas de revolución: cilindros, conos o esferas de todos los tamaños.
El tornero es uno de los especialistas básicos de las industrias metalúrgica y mecánica. Pese a la potencia, la rapidez y la perfección de los modernos tornos automáticos, el hombre sigue desempeñando un papel importantísimo. El tornero determina la forma de la herramienta, la confecciona y la afila. Para ello ha de tener en cuenta, por una parte, la presión que esta herramienta ejercerá sobre el metal y la velocidad de rotación de la maquina; por otra, debe regular la presión y el movimiento de translación de la herramienta, ya sea a mano, directamente o por medio de indicadores, ya sea gracias a mecanismos que permiten automatizar este proceso. A partir de un plano y de una masa de metal, el tornero realiza piezas con un margen de error inferior a una centésima de milímetro.