Aranjuez fue sitio real desde la época de Fernando el Católico. Son de destacar el palacio y los numerosos jardines, inspirados en los de Versalles.
Este sitio perteneció a la orden de Santiago. Su primer propietario de estirpe real fue Felipe II, que eligió aquellos campos para su recreo en 1535 y que, asimismo, dio comienzo a las obras del palacio. Estas fueron continuadas por Felipe V, Fernando VI y Carlos III, que fue quien las concluyó. Cuarenta kilómetros alcanza el perímetro del parque, entre cuyas innumerables bellezas destacan los maravillosos jardines. Fueron construidos por el arquitecto francés Botche, que se inspiró en los de Versalles, y forman un hermoso conjunto de paseos, prados y bosques llenos de estatuas, fuentes, estanques, surtidores, etc. Todo ello en delicado equilibrio. Entre sus edificios hay que citar el magnífico palacete estival denominado Casita del Labrador.