La coagulación de la sangre es un fenómeno que inician las diminutas plaquetas, que flotan en la sangre. Estas son los "plomeros de emergencia" de la circulación. En cuanto detectan el daño, se vuelven pegajosas y se adhieren a la pared del vaso sanguíneo en gran número y se forma un tapón. Esto puede ser suficiente para detener el sangrado, pero si la herida es grande el coágulo se forma después de que las plaquetas liberan diversas sustancias que provocan reacciones químicas en la sangre. Así, se constituye una red de fibras microscópicas llamada fibrina, en la que quedan atrapados los glóbulos rojos, en una masa gelatinosa. Media hora después, la masa se endurece y forma una costra.
Datos fascinantes sobre la sangre
• Una gotita de sangre derramada por el piquete de un alfiler (un milímetro cúbico) contiene alrededor de cinco millones de glóbulos rojos, 5,000 a 10,000 glóbulos blancos y 250,000 plaquetas.
• Antes de que muera cada glóbulo rojo (después de vivir unos cuatro meses), recorre unas 172,000 veces al aparato circulatorio.
• Mueren aproximadamente 10 millones de glóbulos rojos por segundo pero, afortunadamente, son reemplazados de inmediato.