Las ruedas, naturalmente, están construidas "para rodar". En los automóviles sirven además para la propulsión, ya que al menos dos de ellas son motrices, situadas a veces delante y, generalmente, atrás. Por otro lado, las ruedas delanteras sirven para llevar la dirección, puesto que giran bajo la acción del volante manejado por el conductor. Esta función es semejante a la del tren delantero giratorio de los coches de caballos, cuyo uso se generalizó a fines del siglo XVI.
Como en todos los vehículos, el frenado se ejerce sobre las ruedas, pero con medios mucho más potentes y más perfeccionados que actúan simultáneamente sobre las cuatro ruedas.
En los vehículos "todo terreno", las cuatro ruedas son motrices y directrices. Para el transporte de cargas pesadas se emplean dobles ruedas en la parte trasera. Las ruedas de un mismo eje deben permanecer en planos sensiblemente paralelos. Sin embargo, las ruedas directrices están ligeramente inclinadas, lo cual suaviza el funcionamiento de la dirección. En estado de reposo, las ruedas no motrices de un tren delantero clásico son ligeramente convergentes en el sentido de la marcha, con lo cual se asegura su paralelismo cuando ruedan. Si no fuera así, tendrían tendencia a "abrirse". Por el contrario, en trenes delanteros de ruedas motrices deben tener una ligera abertura. Una rueda comprende: la llanta, el cubo, sobre el cual va fijada mediante pernos o mediante un plato adaptado a la forma del cubo y atornillado al mismo, y el disco, macizo y de superficie cónica, que ha sustituido a los radios que antiguamente unían la llanta con el cubo. Este disco está fijado de manera permanente a la llanta y de manera amovible al cubo mediante tres o cinco pernos. Los cubos van montados de manera permanente en el eje de las ruedas mediante un sistema de fijación que depende de la función que ha de desarrollar la rueda: en las ruedas directrices delanteras, el cubo gira libremente: en las ruedas motrices traseras, está sujeto en la punta de los ejes que las impulsan. Finalmente, ningún poseedor de automóvil deja de fijar en el disco de la rueda un embellecedor, ligera plancha de metal cromado, maciza o calada, o un disco de radios entrecruzados, adorno postizo que imita las ruedas de los automóviles de carreras que llevan todavía radios. El emoellecedor forma parte de la panoplia de brillantes accesorios metálicos con que se adorna la carrocería en diversos puntos para "personalizar el propio automóvil", y que, además, pueden desempeñar un papel protector, como las molduras de la parte baja de la carrocería. Una rueda debe estar perfectamente equilibrada sobre un eje, y los mecánicos cuidan de su compensación colocando en el lugar apropiado de la llanta unas pequeñas piezas de plomo cuya misión es corregir los desplazamientos del centro de gravedad.
La quinta rueda de un automóvil -rueda de recambio- resulta imprescindible cuando hay que reemplazar alguna otra cuyo neumático acaba de pincharse. Hay que tener cuidado con las ruedas deformadas, ya que ocasionan un desgaste anormal del neumático.