Un giroscopio de juguete da vueltas lo mismo que un trompo o peonza. Las partes principales que lo componen son una rueda perfectamente equilibrada dentro de un aro, y un eje que la atraviesa por el centre. Para hacerlo girar, se enrolla primero una pequeña cuerda alrededor del eje. Se tira de ella rápidamente a la vez que se coloca el juguete en alguna superficie horizontal. Desde que empieza a girar, no cambia de" posición hasta que su velocidad se reduce. Al girar, su eje se mantiene en la misma dirección, y cuando la velocidad disminuye, se inclina en posiciones que parecen increíbles, porque la rotación retrasa la caída.
No todos los giroscopios son juguetes. Algunos se usan en las embarcaciones como instrumentos de navegación. Y otros ayudan a los aviones y barcos a mantener la linea recta. A estos, suele llamárseles también giropilotos y funcionan por la electricidad, y no mediante cuerdas, como cuando se trata de juguetes. En los combates navales, los torpedos se guían por medio de giropilotos. La mayor parte de los transatlánticos modernos los llevan para mantener un equilibrio constante y evitar el vaivén que marea a los pasajeros.