Algunos de los cuerpos combustibles arden con mayor facilidad que otros. El fósforo es uno de los que se encienden con mas rapidez. Por eso debe guardarse bajo el agua u otro liquido, para evitar que arda. Esta propiedad que tiene el fósforo de arder con facilidad se aprovecha para fabricar las cerillas.
El fósforo es uno de los elementos que entran en la composición de la Tierra. Nunca se encuentra puro en la naturaleza. Siempre se le encuentra formando parte de diversos compuestos.
En su forma mas pura se halla en pequeñas barras con apariencia de cera amarilla. Pero puede someterse a procedimientos que lo vuelven rojo. El fósforo rojo no es venenoso, mientras que el que conserva su color amarillo si lo es. Los trabajadores de las fabricas de cerillas llegaban a contraer una enfermedad mortal con el manejo del fósforo amarillo. Ante tal peligro, las empresas decidieron evitarlo, y se encontró que el de color rojo podía utilizarse sin ningún riesgo. En la cabeza de las cerillas que se encienden al frotarlas en cualquier superficie, se podrá observar un pequeño punto amarillo. Las de cabecita roja reciben el nombre de fósforos de seguridad.
Tanto los animales como las plantas necesitan fósforo. Las plantas lo toman del suelo y los animales de su alimento. Al organismo humano le es indispensable para el desarrollo de huesos y dientes fuertes. Lo toma de alimentos como el pescado, huevos y queso.
Los alquimistas descubrieron el fósforo hace siglos, cuando buscaban una substancia que convirtiera otros metales en oro. Antiguamente se obtenía de la ceniza de los huesos.