La tectónica de placas es el estudio de cómo la corteza de la Tierra ha sido conformada por las fuerzas geológicas a lo largo de millones de años. Se basa en el entendimiento de que la corteza se divide en fragmentos o placas de gran tamaño, que se asientan en el interior fundido del planeta. Las corrientes en el interior hacen que las placas se muevan, lo que provoca muchos eventos geológicos diversos, incluyendo terremotos y la formación de montañas y volcanes. La comprensión de cómo las placas se mueven e interactúan es el objetivo principal de la tectónica de placas.
La corteza de la Tierra
Si bien puede parecer que la corteza de la Tierra es una especie de caparazón sólido, la tectónica de placas afirma que está agrietada en varias piezas. Estas piezas se llaman placas tectónicas, y tienen, en promedio, alrededor de 80 km de espesor. Debajo de las placas se encuentra la capa parcialmente fundida llamada el manto. El manto está en un estado constante de movimiento, impulsado por el calor del núcleo interno de la Tierra, actúa como una cinta transportadora que mueve lentamente las placas flotantes.
De acuerdo con la tectónica de placas, hay 14 placas principales:
Placa del Pacífico
Placa Juan de Fuca
Placa de América del Norte
Placa Sudamericana
Placa del Caribe
Placa de Cocos
Placa de Nazca
Placa de Escocia
Placa Antártica
Placa Africana
Placa Arábiga
Placa Euroasiática
Placa Indo-Australiana
Placa Filipina
Las placas se mueven a una velocidad de aproximadamente 20 a 70 mm por año. A medida que avanzan, se crean presiones en sus límites, dando lugar a diversos tipos de fenómenos geológicos: la corteza es creada, destruida o triturada; se producen los terremotos, las cordilleras se elevan y los continentes se encogen y crecen.