En Arcachon. en la costa atlántica francesa, bordeando los espesos pinares de las Landas, se halla la duna arenosa más alta de Europa; llega a alcanzar los 105 metros.
Grano a grano, el viento desplaza la arena hasta crear un importante relieve de colinas arenosas movedizas, tal como ocurre en el desierto sahariano. Con la arena aportada por el mar, el viento ha creado cordones de dunas a lo largo del litoral de las Landas. Desde lo alto de la duna de Pilat se puede contemplar un bello panorama de la zona de Arcachon. Para evitar que el viento desplace las dunas que él mismo ha levantado, el hombre ha plantado especies vegetales propias de los terrenos arenosos, de sólidas raíces y tallos rastreros: esparto, cardos, oyats, etc. También los pinos típicos de la región de las Landas son útiles en este aspecto. Las dunas pueden transformarse, en ocasiones, en divertidos toboganes.