El jockey es un jinete profesional que monta caballos de carrera. Puede ser un especialista de las pruebas de velocidad o de las carreras de obstáculos. Los mejores conservan su independencia y se contratan para una sola carrera.
Para cansar lo menos posible al caballo, el jockey es siempre un hombre pequeño y delgado; no obstante lo cual, es un atleta y un acróbata. El severo régimen del jockey, los baños de vapor y las frecuentes caídas en las carreras de obstáculos no deben restarle fuerza y agilidad. El jockey no puede dedicarse a un solo caballo, por lo que ha de adaptarse rápidamente a cada nueva montura. Como todos los hombres de competición, es un buen táctico y un luchador. La victoria le proporciona gloria, una sustanciosa prima y la garantía de nuevos contratos. El propietario del caballo y los apostantes exigen de él una conciencia profesional y una honestidad absolutas, para no falsear las apuestas y, en definitiva, la carrera.